Por Jorge Pinto
Desde su ciudad natal de San Joaquín, Nelson Haedo Valdez, el legendario exdelantero paraguayo, ofreció un discurso conmovedor mientras supervisaba la implementación de obras para el beneficio de numerosos niños en el Departamento de Caaguazú.
A través de la Fundación Nelson y Martynka Haedo Valdez, Nelson está liderando un proyecto sumamente altruista y excepcional en la zona de San Joaquín, dejando una marca positiva con diversas obras beneficiosas.
Durante la inauguración de una de las aulas construidas con el apoyo de la Fundación Nelson y Martynka Haedo Valdez, conocida como el "León Guaraní", compartió las razones que lo motivaron a dejar la comodidad y emprender acciones significativas. Acompañado de sus seres queridos y utilizando en momentos el dulce idioma guaraní, el exdelantero explicó que lo verdaderamente valioso no son los éxitos personales ni los logros materiales, sino el legado que se deja para las generaciones futuras.
"Estoy orgulloso de estar acá, porque independientemente a lo que gané, títulos, dinero o lo que sea, lo más importante es el legado que vamos a dejar cuando nos vayamos, porque el dinero no lo vamos a llevar en nuestro cajón", comentó.
Valdez explicó la importancia de que se cree una escuela, la cual perdurará en el tiempo cuando él ya no esté y que beneficiará a muchos niños que pasarán por las aulas. "Cuando yo me vaya, se va a quedar esta escuela. Ustedes los chicos van a ver esta escuela y van a decir: 'ese Nelson Haedo mandó hacer'. Yo creo que eso es el legado más grande que podemos dejar. El legado de que los niños sigan creciendo, que los niños sigan aprendiendo. Que el día de mañana los niños sepan que adonde va tiene que dejar la puerta siempre abierta"
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