Por Jorge Pinto
En la cuarta jornada de las eliminatorias para el Mundial 2026, tanto Paraguay como Bolivia se enfrentaron en un partido crucial, y al final, los anfitriones consiguieron un resultado aceptable. Antes del partido, Paraguay ocupaba la octava posición en su grupo con dos puntos, mientras que Bolivia estaba en el último lugar, en la décima posición, con solo un punto. Estas estadísticas eran decepcionantes, especialmente para Paraguay, que tenía más calidad que eficacia en su desempeño.
En la primera mitad, Paraguay controló el juego de manera dominante, liderado por Miguel Almirón, quien ejerció un control incuestionable en esta selección paraguaya. Cada vez que el mediocampista del Newcastle recibía el balón, inmediatamente llegaban refuerzos rivales para evitar que avanzara. Esto se convirtió en un verdadero dolor de cabeza para Bolivia, que, durante los primeros 45', no mostró ninguna intención de atacar, limitándose a realizar acciones que no estaban relacionadas con el juego. A pesar de esta superioridad, el marcador se mantuvo en 0-0, y para empeorar las cosas, Ramón Sosa, uno de los jugadores más peligrosos de Paraguay, tuvo que abandonar el partido debido a una lesión.
Bolivia continuó sin demostrar presencia en el partido, sin tiros al arco, sin intenciones ofensivas y sin esperanzas de cambiar el rumbo del juego. Por otro lado, Paraguay continuó sin tener éxito en sus intentos de anotar, y además, le anularon dos goles, uno por fuera de juego y otro por mano. Miguel Almirón siguió esforzándose, pero sin éxito en su búsqueda de marcar.
Finalmente, la situación cambió cuando entró en el partido Antonio Sanabria, el delantero que Paraguay necesitaba. Sanabria, quien recientemente había sido protagonista de una controversia con Lionel Messi por un incidente de escupitajo, se convirtió en el héroe del día al anotar el primer gol de Paraguay en cuatro partidos de clasificación.
El partido terminó con una victoria para Paraguay, lo que les dio un respiro al acumular cuatro puntos en la clasificación. Por otro lado, Bolivia se hundió aún más en la parte inferior de la tabla y no mostró señales de ser un equipo de fútbol competitivo.
Antonio Sanabria se convirtió en el centro de atención esta semana debido a la polémica en torno a un supuesto escupitajo a Lionel Messi por la espalda. El atacante desmintió rotundamente haber escupido a Messi y aclaró que lo que se vio en las imágenes fue una mera ilusión óptica provocada por la ubicación de la cámara. “¿Hubo un cruce ahí con Leo?”, le preguntó el periodista Ariel Schvartzbard. “Cosas del partido nada más, me llegó la imagen y parece como que yo lo escupo, pero no, para nada”, respondió el paraguayo.
Según su versión de los hechos, Messi se encontraba a una distancia considerable, y la cámara creó la falsa impresión de que lo escupía. Durante sus declaraciones a la prensa, Sanabria hizo hincapié en la falta de intención de cometer semejante acto. “Él estaba lejos, parece en la imagen, como se ve de la parte de atrás, que lo escupo, pero nada que ver”, agregó en su relato. “Desmentís el escupitajo”, le consultó el movilero. “Sí, totalmente”, cerró Sanabria.
Recientemente, ha salido a la luz un video que respalda completamente la versión de Sanabria. En este nuevo ángulo, se puede apreciar que la distancia entre ambos jugadores era considerable y que el delantero paraguayo no tenía la intención de escupir a Messi.
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